Este año comenzó en un poblado lejano de nombre Xicotncatl, en un lugar llamado Hacienda San Gabriel, donde nos reunimos la familia.
La ultima noche del año nos encontrábamos mis papas, Memo y yo, nos preparamos para hacer el ritual del año nuevo, juntamos moneditas, preparamos maletas y escoba y poco nos falto para comprar calzones amarillos, que si, los hubiéramos comprado, solo que se nos olvido ese día en la tarde cuando estábamos en el pueblo; unas horas antes de la media noche Memo y yo tomamos papel y lápiz y comenzamos hacer nuestra lista de propósitos para el año, después que terminamos de cenar, estábamos ya preparados; esperando el momento en que comenzarían las campanadas en la radio; el locutor comenzó la cuenta regresiva y comenzamos el ritual, salimos a tirar las moneditas con maleta en mano y regresamos a barrer la entrada, entre el alboroto, los abrazos y las risas emprendió el año 2009.
Al día siguiente llegaron el resto de la familia con excepción de gabe, que se le extraño mucho, al llegar Mariangela y Cesar quisieron montar y después de darles unas vueltas en caballo, los subimos a la moto, al llegar la noche, comenzaron a preparar la carne asada Memo y Cesar, en lo que los gordos veían las estrellas. Antes de cenar nos pusimos a jugar rummy y mi mama salio a rezar cuando derepente entro corriendo y diciendo entre gritos: “Rafael! Una víbora! Una víbora!” y todos nos alborotamos, Rafael mi hermano le dio el Machete a Cesar mi cuñado y salieron a matar la víbora, y claro, con lo curiosa que soy, yo salí detrás de ellos, cuando llegue a la entrada vi que Rafael ya venia de regreso y Cesar estaba parado con el machete buscando a la víbora y cuando menos nos esperábamos llego Don Lupe y sin pensarlo aplasto a la víbora con la chancla! Si leyeron bien, con la chancla!! Hasta que la mato, Eso es estar acostumbrado a vivir en la naturaleza. Durante la cena Rafael nos contó de un lugar donde vendían bisquets en la mañana, recién hechos, así que, como Buenos aventureros que somos, nos levantamos al día siguiente a las 630 de la mañana, nos subimos a la camioneta y partimos rumbo al pueblo a conocer la famosa, “Bisqueteria Mary”, al llegar nos sentamos en dos mesas, en la mesa se encontraba un litro de mantequilla con un cuchillo encajado y un bote de chocomilk enorme, en eso, se acerca la mesera y le pregunta a Tere “que quieres de tomar? Café o Chocomilk?” y Tere le contesta: “café” y la mesera le pregunta: “Caliente o tibio” mi hermana pensó a caray que tan caliente será caliente que te ofrecen tibio… y le contesto: “Tibio” por aquello de que no fuera a podérselo tomar de lo “caliente”, al oír esto la mesera se da la media vuelta y se va… y mi mama dice: “como, porque se fue? No nos tomo la orden” y Tere le contesta: “ mama, que no te diste cuenta que es de a uno por uno…” al terminar de tomar la orden y traer a la mesa los bisquets en una canasta y ponernos como platos una servilleta, procedimos a comer, estaban muy buenos los bisquets, lo que sea de cada quien, pedimos para llevar y al regresar a la hacienda nos dormimos un rato para dejar atrás la desmañanada.
Me la pase increíble, la verdad es que no hay nada mejor que pasar tiempo con la familia, tener quien te apoye sin entenderte y con quien puedas discutir sin enojarte y con quien reírte de ti mismo y al final del día saber que te quieren incondicionalmente y que tu los quieres a ellos por igual.
La ultima noche del año nos encontrábamos mis papas, Memo y yo, nos preparamos para hacer el ritual del año nuevo, juntamos moneditas, preparamos maletas y escoba y poco nos falto para comprar calzones amarillos, que si, los hubiéramos comprado, solo que se nos olvido ese día en la tarde cuando estábamos en el pueblo; unas horas antes de la media noche Memo y yo tomamos papel y lápiz y comenzamos hacer nuestra lista de propósitos para el año, después que terminamos de cenar, estábamos ya preparados; esperando el momento en que comenzarían las campanadas en la radio; el locutor comenzó la cuenta regresiva y comenzamos el ritual, salimos a tirar las moneditas con maleta en mano y regresamos a barrer la entrada, entre el alboroto, los abrazos y las risas emprendió el año 2009.
Al día siguiente llegaron el resto de la familia con excepción de gabe, que se le extraño mucho, al llegar Mariangela y Cesar quisieron montar y después de darles unas vueltas en caballo, los subimos a la moto, al llegar la noche, comenzaron a preparar la carne asada Memo y Cesar, en lo que los gordos veían las estrellas. Antes de cenar nos pusimos a jugar rummy y mi mama salio a rezar cuando derepente entro corriendo y diciendo entre gritos: “Rafael! Una víbora! Una víbora!” y todos nos alborotamos, Rafael mi hermano le dio el Machete a Cesar mi cuñado y salieron a matar la víbora, y claro, con lo curiosa que soy, yo salí detrás de ellos, cuando llegue a la entrada vi que Rafael ya venia de regreso y Cesar estaba parado con el machete buscando a la víbora y cuando menos nos esperábamos llego Don Lupe y sin pensarlo aplasto a la víbora con la chancla! Si leyeron bien, con la chancla!! Hasta que la mato, Eso es estar acostumbrado a vivir en la naturaleza. Durante la cena Rafael nos contó de un lugar donde vendían bisquets en la mañana, recién hechos, así que, como Buenos aventureros que somos, nos levantamos al día siguiente a las 630 de la mañana, nos subimos a la camioneta y partimos rumbo al pueblo a conocer la famosa, “Bisqueteria Mary”, al llegar nos sentamos en dos mesas, en la mesa se encontraba un litro de mantequilla con un cuchillo encajado y un bote de chocomilk enorme, en eso, se acerca la mesera y le pregunta a Tere “que quieres de tomar? Café o Chocomilk?” y Tere le contesta: “café” y la mesera le pregunta: “Caliente o tibio” mi hermana pensó a caray que tan caliente será caliente que te ofrecen tibio… y le contesto: “Tibio” por aquello de que no fuera a podérselo tomar de lo “caliente”, al oír esto la mesera se da la media vuelta y se va… y mi mama dice: “como, porque se fue? No nos tomo la orden” y Tere le contesta: “ mama, que no te diste cuenta que es de a uno por uno…” al terminar de tomar la orden y traer a la mesa los bisquets en una canasta y ponernos como platos una servilleta, procedimos a comer, estaban muy buenos los bisquets, lo que sea de cada quien, pedimos para llevar y al regresar a la hacienda nos dormimos un rato para dejar atrás la desmañanada.
Me la pase increíble, la verdad es que no hay nada mejor que pasar tiempo con la familia, tener quien te apoye sin entenderte y con quien puedas discutir sin enojarte y con quien reírte de ti mismo y al final del día saber que te quieren incondicionalmente y que tu los quieres a ellos por igual.
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